Artículo sobre la ponencia presentada en el «V Foro del Diálogo entre Civilizaciones China-ALC»
I
El “desarrollo conjunto”, el “diálogo entre civilizaciones”, la “gobernanza global”, el “desarrollo sostenible”, la “cooperación integral” y el “desarrollo pacífico” son algunos de los conceptos claves para comprender el gran concepto de “comunidad de futuro compartido para la humanidad” propuesto por China al mundo desde el XVIII Congreso Nacional del PCCh en 2012. Estos y otros importantes conceptos fueron incorporados por parte del presidente de China, Xi Jinping en su discurso ante la Cumbre entre China y América Latina y el Caribe celebrada en Brasil en julio de 2014.
En aquel discurso, el presidente Xi Jinping expresó que las relaciones entre ambas regiones se encontraban en el “mejor momento de su historia y en un nuevo punto de partida histórico”. Además, expuso el esquema sobre el cual China proponía el establecimiento de la asociación de cooperación integral entre China y América Latina y el Caribe, expresada en los ámbitos político, económico y comercial, cultural, de los asuntos internacionales y las relaciones bilaterales. Sobre esta base, China realizó cinco sugerencias y dentro de ellas propuso además el conocido marco de cooperación 1+3+6.
Desde aquel entonces, estos conceptos y el esquema de la asociación entre ambas regiones han tenido importantes experiencias prácticas de acuerdo a las nuevas circunstancias nacionales e internacionales. Transcurridos más de ocho años de aquel discurso, fue establecido el importante Foro China-CELAC, se han diseñado y ejecutado tres planes de cooperación entre China y América Latina y el Caribe, el número de países latinoamericanos y caribeños que sostienen relaciones diplomáticas con China se elevó de 21 a 25, el intercambio comercial acumulado entre 2014 y 2021 ha sido de 2,4 billones de dólares, convirtiendo a China en el segundo socio comercial de la región.
Por otro lado, desde el año 2013 hasta el día de hoy, China ha propuesto al mundo tres iniciativas en el marco del concepto de “Comunidad de Futuro Compartido”: la Iniciativa de la Franja y la Ruta a finales de 2013, la Iniciativa de Desarrollo Global en septiembre de 2021 y la Iniciativa de Seguridad Global en abril de 2022. Estas tres iniciativas pueden ser definidas como las tres grandes experiencias prácticas de la gobernanza mundial bajo el concepto de “Comunidad de Futuro Compartido para la Humanidad”, y a ellas se han adherido progresivamente diversos países de América Latina y el Caribe (ALC). De los 25 países de ALC que sostienen relaciones diplomáticas con China, 22 han suscrito el Memorándum de Entendimiento de la Iniciativa de la Franja y la Ruta. En el Plan de Acción Conjunto de Cooperación en Áreas Claves China-CELAC 2022-2024 se le dio la bienvenida a la Iniciativa de Desarrollo Global, la cual nuestro país Venezuela, respaldó inmediatamente en octubre de 2021, mientras que, en la Iniciativa de Seguridad Global ya se ha incorporado la República de Cuba, convirtiéndose en el único país de ALC en suscribir las tres iniciativas.
Es por ello que, bajo la teoría y la práctica del concepto de comunidad de futuro compartido para la humanidad desarrollada durante casi una década, la asociación de cooperación integral en el marco del impulso del Foro China-CELAC en distintos niveles constituye la gran experiencia práctica de la construcción de la comunidad de futuro compartido entre China y América Latina y el Caribe. En este sentido, bajo las nuevas circunstancias nacionales e internacionales, consideramos que la construcción conjunta de una comunidad de futuro compartido entre China y América Latina y el Caribe en una nueva era se debe seguir impulsando en por lo menos cinco construcciones; la política, la económica, la cultural y académica, la social y la de seguridad, pero bajo un nuevo enfoque de desarrollo de alta calidad teniendo como centro la innovación y la ciencia y tecnología.
II
Desde la perspectiva de la construcción política, aunque el intercambio político en distintos niveles entre China y ALC ha sido muy dinámico en los últimos años, consideramos que el desarrollo de alto nivel en el intercambio de experiencias de gobernanza fundamentadas en la innovación, el uso de datos y las tecnologías de información no ha sido un tema de relevancia en la cooperación política, al punto que, no ha sido incorporado en los planes de cooperación conjunta entre China y América Latina y el Caribe. Sin embargo, la pandemia nos demostró la necesidad de contar con estos instrumentos para mejorar la gobernanza nacional y mundial. Desde el año 2015, China ha puesto en práctica diversas estrategias para la aplicación de la Big Data en la gobernanza económica y social, lo que permite la interconexión y el intercambio de datos entre diversos sectores como salud, transporte, finanzas, educación, entre otros, y se espera que la inversión en Big Data se incrementará anualmente en 20% durante el período del XIV Plan Quinquenal. Por otro lado, si bien en América Latina y el Caribe el tema de la gobernanza con fundamento en la innovación se ha discutido con entusiasmo y existen algunas experiencias en países de la región, el desarrollo en este campo aún es muy limitado. Las debilidades en la infraestructura tecnológica, en el manejo de los datos e información, así como la seguridad de estos, aún son importantes desafíos. En este sentido, consideramos que el desarrollo de experiencias conjuntas de gobernanza basada en la innovación en ámbitos clave para ALC, como la erradicación de la pobreza, la gestión del transporte, las finanzas y el grave problema de la seguridad pública podrían ser algunos de los temas a incorporar en el desarrollo de alta calidad en la construcción política conjunta.
III
Desde la perspectiva de la construcción económica, si bien el intercambio comercial entre China y ALC se ha incrementado continuamente año a año, aún se encuentra fuertemente influenciado por las exportaciones latinoamericanas de soja, minería, hidrocarburos, algunos alimentos, así como por las fluctuaciones en los precios de las materias primas, sin embargo, el desarrollo de alta calidad y la innovación no se ha incrementado en la misma velocidad que el comercio total. Aunque estas limitaciones tienen como principal origen en el modelo de desarrollo de América Latina y el Caribe, aún existe espacio para el aprendizaje y la cooperación, específicamente en innovación y en el marco de la Iniciativa de la Franja y la Ruta. Según datos de la CEPAL, entre el 2000 y el 2010 la mayoría de las inversiones de China fue en hidrocarburos, minería y agricultura, mientras que en la década del 2010 al 2020 se empezó a diversificar hacia la electricidad, la infraestructura de transporte, principalmente puertos y en menor medida las tecnologías de la información.
En una nueva era, consideramos que la cooperación e infraestructura en transporte, especialmente en transporte ferroviario es un área fértil para la innovación y el desarrollo de alta calidad, así como la infraestructura para las tecnologías de la información. En primer lugar, porque China ha tenido un impresionante desarrollo de infraestructura y tecnología en transporte ferroviario, mientras que América Latina y el Caribe carece de un sistema de transporte de alta conectividad, por lo que, este aspecto abarcaría no solo lo económico, comercial y social, sino también la innovación, el estudio de la experiencia china y el desarrollo tecnológico de alta calidad. Consideramos que, en ese ámbito, se necesitan aplicar programas exitosos que incluyan educación, capacitación e investigación de alto nivel como ha ocurrido en otros sectores de la cooperación China-ALC, entre ellos el sector aeroespacial y de fabricación de satélites. Por ejemplo, en la cooperación China-Venezuela se han formado más de 200 expertos y técnicos venezolanos en una década, se han puesto en órbita tres satélites en los años 2008, 2013 y 2017, y ya se encuentra en elaboración un cuarto satélite. Por lo que otros sectores podrían usar este modelo de desarrollo conjunto con base en la innovación. En segundo lugar, el desarrollo conjunto de nuevas tecnologías de información para el incremento del comercio electrónico, sistemas de pagos móviles e industrias emergentes como la energía renovable debe ser un ámbito e interés en la construcción económica futura. Aquí se abren otras oportunidades para la incorporación de la ALC en la Iniciativa de la Franja y la Ruta a través de la Ruta de Seda Digital.
IV
Desde la perspectiva de la construcción social, la lucha común de China y ALC contra la pandemia proporcionó ejemplos específicos de cooperación fundamentada en la innovación y la ciencia y tecnología. No solo a través del suministro oportuno de vacunas por parte de China a los países de la región sino a través de trabajo conjunto específico. Por ejemplo, en marzo de 2020, a tan solo dos semanas después de la llegada del COVID-19 a Venezuela, fuimos el primer país en recibir una misión de expertos médicos y científicos de China que fue a combatir la pandemia en la región, este grupo de expertos provenientes de la provincia de Jiangsu, compartieron la experiencia de China con los expertos venezolanos, siendo un intercambio clave para que nuestro país combatiera al COVID-19 bajo rigurosos criterios científicos, convirtiéndonos en uno de los países de la región con el mejor desempeño en la lucha común contra la pandemia. Otro ejemplo de la región que podemos destacar en esta construcción social con perspectiva innovadora y científica, son las tres empresas mixtas que China y Cuba tienen en desarrollo médico, lo que ha permitido que cuatro 4 productos médicos cubanos hayan sido registrados en China, uno de ellos fue incluido por la Comisión Nacional de Salud de China entre los 30 antivirales en el protocolo chino de enfrentamiento a la epidemia.
Ahora bien, consideramos que en la construcción social con innovación en una nueva era debe tener como tema prioritario el intercambio y el aprendizaje de las experiencias de China en la lucha contra la pobreza, ya que la pobreza es uno de los principales obstáculos del desarrollo de nuestra región y es uno de los aspectos incorporados dentro de la Iniciativa de Desarrollo Global propuesta por China. Según datos de la CEPAL, la tasa de pobreza extrema en América Latina habría aumentado del 13,1% de la población en 2020 al 13,8% en 2021, un retroceso de 27 años, mientras que se estima que la tasa de pobreza general es del 32,1% de la población. Esto significa que 201 millones de personas se encuentran en situación de pobreza, mientras que 86 millones de personas estarían en situación de pobreza extrema. Uno de los aspectos más importantes para la lucha común contra la pobreza debe ser la producción de datos e información estadística usando tecnologías de información innovadoras, por lo que, proponemos que esta sea un importante tema de investigación conjunto entre académicos chinos y latinoamericanos, para poder aprender de cerca la experiencia de China y adaptarla a nuestras propias peculiaridades en la práctica de la lucha contra la pobreza en nuestra región.
V
Desde la perspectiva de la construcción cultural y académica, investigadores del ILAS-CASS han publicado importantes estudios sobre el importante incremento de las instituciones y grupos de estudio tanto chinos como latinoamericanos en los últimos años, intensificando el intercambio académico, educativo y cultural entre China y ALC. Ya tenemos importantes ejemplos de creación de comunidades académicas chino-latinoamericanos que han promovido exitosos intercambios, como lo es el CECLA impulsado por jóvenes académicos chinos, fervientes promotores de la amistad y, el intercambio académico y cultural entre ambas regiones. El CECLA se ha constituido en el mejor ejemplo práctico de la Comunidad Académica de Futuro Compartido entre China y América Latina y el Caribe. Por otro lado, en Venezuela hemos creado una modesta propuesta a través del CVEC, conformado por una pequeña comunidad de jóvenes investigadores venezolanos dedicados al estudio e intercambio entre ambas regiones y la cual tuvimos el honor de presentar por primera vez en China en el año 2017, en el diálogo académico del “Programa Puente al Futuro” y en la primera edición del Seminario Internacional “China y América Latina; Diálogo entre Civilizaciones”, justamente dos mecanismos de diálogo cultural muy importantes para la construcción de la Comunidad de Futuro Compartido entre China y ALC.
Ahora ¿Cómo debemos avanzar en un desarrollo de alta calidad en esta construcción? Aunque hasta la fecha ya se han realizado dos Foros Académicos de Alto Nivel CELAC-China, seis Foros de Think Tanks China-América Latina y el Caribe, el intercambio entre instancias como el ILAS-CASS, CLACSO y FLACSO se ha incrementado, consideramos que para elevar el desarrollo de la construcción cultural y académica se necesita la creación instancias académicas conjuntas que acumulen mayores esfuerzos en temas de interés común en áreas específicas.
Por ejemplo, en la investigación, promoción y divulgación del Concepto de Comunidad de Futuro Compartido, varias instancias de investigación latinoamericana ya han establecido o están por establecer Centro de Investigación para una Comunidad de Futuro Compartido con la Universidad de Comunicación de China. En el caso específico de nuestro país, en enero de 2022 el CVEC junto al Instituto de Comunidad de Futuro Compartido de la Universidad de Comunicación de China establecimos el Centro de Investigación para una Comunidad de Futuro Compartido China-Venezuela, el cual ya está desarrollando un plan de trabajo de investigación específicamente sobre el concepto y la práctica de la comunidad de futuro compartido. En esta construcción cultural y académica, desde el CVEC compartimos y apoyamos varias de las recomendaciones para el establecimiento de mecanismos de diálogo cultural bilateral que diversos académicos chinos han propuesto en el libro “Un diálogo infinito: El intercambio cultural entre China y América Latina” presentado en el “IV Foro del Diálogo entre Civilizaciones”, a las que nosotros agregaríamos la creación de Programas de Investigación Conjuntos China-ALC dedicados a temas fundamentales específicos para el desarrollo social conjunto y de alta calidad, que tengan importantes experiencias prácticas en nuestras poblaciones. Sin ir muy lejos, en el “IV Foro del Diálogo entre Civilizaciones” recordamos haber visto una muy exitosa experiencia de cooperación en materia de ciencia y tecnología entre universidades de China y Colombia.
VI
Desde la perspectiva de la construcción de la seguridad, la promoción del desarrollo de alta calidad en la construcción de una comunidad de futuro compartido no se puede realizar sin tener como condición fundamental el desarrollo pacífico, la comprensión mutua, la protección de los mecanismos de diálogo internacional y el respeto de la soberanía y la integridad territorial de los países. Estos son temas esenciales para una nueva era de la relación entre China y ALC y no deben quedar excluidos de nuestra agenda conjunta de investigación. Dentro de los riesgos tradicionales y no tradicionales a la seguridad nacional e internacional, no solo se incluyen riesgos económicos, financieros, naturales, a la seguridad pública o de carácter bélico, sino también el surgimiento de riesgos sociales importantes que afectan la cooperación conjunta, los cuales merecen nuestra atención. Para detectar estos riesgos, estudiarlos y garantizar su disminución, la innovación y los sistemas de información es esencial.
Por ejemplo, en materia de seguridad económica, se deben crear mecanismos que no permitan la interferencias, sanciones y restricciones externas al fluido intercambio económico, financiero y comerciales entre ambas regiones. Las deficiencias en innovación y desarrollo de los sistemas financieros y la economía digital en América Latina y el Caribe debe ser una importante área para la cooperación mutua que disminuiría los niveles de inseguridad económica a los cuales algunos países de nuestra región se encuentran expuestos y que en los últimos años han deteriorado algunas áreas de intercambio económico y comercial con China.
Para enfrentar algunos de los riesgos sociales que enfrenta la cooperación, la influencia de los medios de comunicación tradicionales, las redes sociales y otros mecanismos que han surgido, son determinantes ya que facilitan y agilizan la comunicación entre nosotros, el intercambio de información y la comprensión mutua, sin embargo, algunas de estos también han sido una plataforma para la desinformación y la incomprensión sobre diversos ámbitos que han afectado que “China le cuente bien sus historias a América Latina y el Caribe”, y que “América Latina y el Caribe le cuente bien sus historias a China”. Esta situación se ha agravado con la aparición de diversos conflictos bélicos en el planeta, la intromisión de algunos países en los asuntos internos de otros y el surgimiento de la pandemia, por lo que, colocar en nuestras agendas de investigación los estudios estadísticas tradicionales y no tradicionales sobre la percepción de la población, el análisis del discurso en las redes sociales sobre el papel de las instituciones, las empresas, y otros actores, se convierten en temas necesarios para comprender la realidad y los aspectos que dificultan la comprensión mutua, los errores que se están cometiendo y perjudican la base del respeto mutuo y nos alejan de un dialogo efectivo entre nosotros. Un ejemplo interesante sobre este tipo de estudios dirigidos a la población fue elaborado recientemente por académicos chinos y argentinos bajo el nombre, “Encuesta “¿Qué piensan las/los argentinas/os sobre China?”, la cual es una buena referencia para ser aplicada en otros países latinoamericanos e incluso en China, lo cual sin duda nos proporcionaría información que mejoraría el entendimiento mutuo e incrementaría los niveles de seguridad y confianza conjunta.
El compromiso por el fortalecimiento del diálogo y la cooperación entre la civilización china y la civilización latinoamericana y caribeña, es la base fundamental de la “Construcción de la comunidad de futuro compartido entre China y América Latina y el Caribe.”.
Fuente: Sitio web del Centro Venezolano de Estudios sobre China (CVEC):
